EN CONSTANTE MOVIMIENTO…

Estamos en constante movimiento. Hemos venido a recorrer un camino concreto que paradógicamente no conocemos. Hemos venido dotados de todas las herramientas necesarias para cumplir nuestra función y por ello somos perfectos tal cual somos, aunque no sepamos quienes somos… Sólo detrás del o de los personajes que nos hemos ido creando a lo largo de nuestra vida podemos acabar descubriéndo a nuestro verdadero YO. 

Sentimos que podemos controlar nuestra vida, nuestros pensamientos, nuestros movimientos, la gente que nos rodea… y nos esforzamos aportando toda nuestra energía en ello, viendo una y otra vez como cada uno de esos intentos fracasan, y eso es ideal, ya que poco a poco vamos quitándole poder a nuestro ego.

Incluso las piedras que parecen inmóviles, estáticas en el mismo lugar, cambian y se transforman.Piedra_caballera

¿Cómo logramos entonces adentrarnos en el camino adecuado?, ¿dar los pasos correctos?, ¿estar donde nos toca estar?, ¡Que difícil, verdad!?… Es más fácil que todo eso. No hay que hacer nada, y cuando digo nada es nada. Ya estás dentro tú camino y todo lo que tengas que aprender o hacer dentro de él, vendrá a tí sin más. Es posible que no sea cómodo ni agradable, pero será perfecto. Sólo hace falta PARAR para poder VER.

Si en algún tramos de ese camino te seintes incapaz de ver, incapaz de avanzar, puedo acompañarte, desde la máxima humildad, desde mi propio recorrido… será una bonita excursión para descubrir lo más importante… QUIEN ERES.

elena.morenro@gmail.com

SALTO AL VACIO…

Salto al Vacio-large

Decidir coger las riendas de tú vida y descubrir quién eres realmente provoca una sensación de pánico ya que para hacerlo, antes debes desmontar la identidad con la que te identificas, esa que se ha ido formando a disposición y demandas de tú entorno, a base de “tengo que”, “debo”, “esto o aquello no se hace”… y que te ha acompañado toda tú vida. Por lo tanto, una vez desaparezca, que queda?, quién soy yo realmente?, qué efectos supondrá en mí entorno?, y si no soy aceptad@?, y si no soy querid@?…

Una vez emprendes el camíno del despertar, nada vuelve a ser como antes, a pesar de siempre tener la opción de recuperar tú disfraz y volver a taparte con él, dejando tú vida en manos de los demás… es una opción y para muchos, será una decisión correcta. Pero otros, decidirán seguir avanzando y experimentarán como en su camíno aparecerán esas presiones que te impulsarán a volver atrás, a abandonar el sendero, a morirte de miedo y perder el control dentro de la incertidumbre, a dudar de si estás en el buen camíno o no, a aferrarte a pequeños detalles que siguen manteniendo parte de esa identidad falsa que te has creado… poqué descubrir quién eres es como tirarse al vacio.

Este camíno requiere un acto de confianza… confiar en que todo lo que está aquí es perfecto para tí, a pesar de ser desagradable, y que todo lo que tenga que venir, lo hará solo. De repente y sin que puedas siquiera esperarlo aparecerá y si le das la oportunidad de que exista, si lo observas… te mostrará el aprendizaje necesario para seguir avanzando hacía tú objetivo… descubrir quién eres, presentarte a tú ser más genuino.

Da las gracias, observa lo que tienes delante y escucha tú cuerpo, él sabe hacía donde quiere ir.

VIAJE A NINGUNA PARTE: LOS ESPEJOS…

Mientras contemplo el paisaje, algo llama mí atención, frente a mí, 10 espejos situados en círculo cortan mí paso. Me bajo del coche y empiezo a mirarme en ellos. No veo nada, sólo me siento incómoda, me da vergüenza y escucho a mí mente haciéndome preguntas… De repente, se forma un gran tornado que me invade de emociones y sensaciones que me cuesta mucho controlar… tristeza, ganas de llorar, frustración, enfado… Me quedo ahí, lo siento y finalmente consigo apartarme. La mente me aplaude “bien hecho, lo hemos conseguido”, pero a pesar de sus felicitaciones, no me siento tranquila y en paz. Es entonces cuando empiezo a llorar…
 
  El tornado desaparece y vuelvo a ver los espejos, pero algo es diferente, ahora puedo ver reflejos en ellos. Me doy cuenta que esa armadura que he llevado puesta y que tanto tiempo he estado cuidando, está perdiendo color, se está haciendo invisible y deja ver lo que hay debajo. Me gusta esa sensación y a la vez me aterra.
  Estoy perdiendo lo que me ha protegido hasta el día de hoy. Me siento vulnerable, desnuda, los reflejos me mandan un mensaje: “te veo”. 
  Puedo conectar con mí ser por un instante, y ahí está mí acompañante fiel, la mente, para alejarme, desconectarme y mantenerme a salvo una vez más, o eso me hace creer.
  De entre todo ese amasijo de hierro aparece un pequeño rayo de luz que impregna todo lo que me rodea. Sale del corazón, ese órgano olvidado al que un día, se le quitó el permiso de sentir y que ahora, ha vuelto a latir. Lo noto, sabe que lo noto y quiere acompañarme a recorrer ese camino sin mapa, ese camino a ninguna parte.
 
  No puedo dar una explicación de porqué está sucediendo, siento la presión de la mente por entender, por controlar… quiere que regrese al punto de partida, “eso ya lo conocemos, estamos seguros”, a la vez el cuerpo quiere seguir avanzando y el corazón le sigue. 
  Todo lo que nos encontramos en nuestro camino está ahí para algo, aparece cuando tiene que aparecer y sólo necesita que le des cabida, que le dediques un espacio para que esté, sin juicios, sin justificaciones, simplemente sentirlo para que puedas seguir avanzando.
elena.morenro@gmail.com